Por Hernán Scandizzo y M. Inés Aiuto

Al frente del Movimiento Popular Tekojoja, en cuatro meses recorrió 16 de los 17 departamentos en que se divide el país recogiendo inquietudes. Planea hacer lo mismo en Argentina, España y Estados Unidos, donde viven la mayoría de los paraguayos residentes en el exterior. Su candidatura aún no fue oficializada y sus partidarios no descartan que una Justicia Electoral adicta al régimen intente invalidarlo por su condición de religioso – el Vaticano no aceptó su renuncia a los hábitos. Sigue en carrera y en su reciente viaje a Buenos Aires afirmó que las últimas encuestas le dan el 60% de intención de voto de cara a las presidenciales de mayo de 2008.
Según el Informe 2004 sobre Derechos Humanos del Comité de Iglesias para Ayudas de Emergencia el proceso de concentración de la propiedad de la tierra se ha acentuado en los últimos 15 años – que en el último tiempo se aceleró con el monocultivo de soja –, el 20% de la población concentra el 60% de las riquezas, alrededor de 400 mil familias carecen de tierras para cultivar, 2.324.000 personas viven bajo la línea de pobreza y el 37,4% de la población económicamente activa presenta problemas de empleo. En su reciente visita a Buenos Aires Hebe de Bonafini presentó a Lugo como el hombre que “hará un Paraguay libre”, la Universidad Popular de Madres de Plaza de Mayo, donde dio una conferencia de prensa,. El ex obispo habló de las políticas que aplicará, la alianza que quiere llevarlo a la presidencia, el proyecto de amnistía al general Lino Oviedo y la criminalización de la lucha campesina.
¿Cuál es el legado de 60 años de gobierno del Partido Colorado?
Paraguay está atravesando una de las crisis más profundas que ha tenido en su historia, con familias destruidas, abandonadas, una migración galopante de la masa juvenil. Una crisis profunda a nivel económico, moral, institucional, social, y a nivel político embarrados por la corrupción generalizada.
¿Qué medidas aplicaría en los 100 primeros días de gobierno?
Para contestar eso estamos recorriendo el país y queremos recorrerlo tres veces para elaborar con la ciudadanía un plan de emergencia que pueda contemplar estos 100 días. Pero hay medidas urgentes a tomar, en primer lugar un plan para disminuir el alto índice de desocupación y poder paliar la alimentación, la salud, de gran parte de la ciudadanía, especialmente de los grupos indígenas, que están sumergidos en la indigencia, la miseria y el hambre cotidianos. Una de las medidas sería entonces hacer llegar alimentación adecuada a esta gente.
Por otro lado, en los 100 días queremos constituir y consolidar un equipo que pueda adaptarse a un Programa País en donde la discriminación pueda ser superada. Hoy el elemento con más peso para consolidar un trabajo en el orden público es terminar con la discriminación del partido de Gobierno, nosotros queremos romper con esa tradición [en la que sólo tienen oportunidades quienes se afilian al Partido Colorado] y darles oportunidades a todos por igual.
¿Qué medidas se aplicarían para revertir el proceso de acumulación de tierras en pocas manos?
Creemos que ningún gobierno puede desconocer como una de las tareas prioritarias la reforma agraria integral, que debe partir por un catastro nacional de propiedades que no existe en el país. La tenencia de la tierra en Paraguay hoy es tan desigual que el 80% está en las manos del 2% de la población. Luego habrá que formar equipos interdisciplinarios y de diferentes estamentos involucrados en el tema; los sin tierra, los dueños de los latifundios y el Estado deberán formar mesas de conversación en vistas a la concreción de una reforma agraria integral.
¿Su gobierno buscaría alternativas al modelo de monocultivo de soja?
Sin ninguna duda, se debe hacer un estudio pormenorizado. Hay un proyecto de economía agraria basada en la familia campesina paraguaya. Creo que se debe buscar la armonía y no superponer los modelos haciendo desaparecer a uno de ellos sino que hay que regionalizar la producción en el país.
Para llegar al poder está dialogando con los partidos tradicionales del Paraguay, ¿qué principios no negociará en esas rondas de diálogo?
El principio de la soberanía, del valor de la vida, de la democracia participativa son principios que no se negocian. Sobre todo el tema de la soberanía, un tema muy actual en Paraguay, no solamente una soberanía territorial sino también alimentaria, cultural, hidroeléctrica; son principios que decimos que deben estar en las bases de un Proyecto País y de un proyecto de gobierno que no se debería negociar.
Uno de los partidos de la Concertación está promoviendo una ley de amnistía para el general Lino Oviedo. ¿Qué opinión tiene al respecto?
Es un proyecto de Ley que entrará en el Parlamento que puede ser un arma de doble filo, porque una amnistía implícitamente es un reconocimiento de cierta culpabilidad de los que acusan al general Oviedo; por otro lado es una última alternativa, porque se ha intentado de todo por su libertad, medidas pacíficas, presiones. Pero hay cuestiones jurídicas que no se han realizado en el caso Oviedo y yo soy uno de los interesados en que no sólo este caso sino todos los casos dudosos donde la justicia paraguaya recibió presión o injerencia de otros estamentos sean clarificados para que la ciudadanía sepa la verdad.
La Cámara de Diputados aprobó en mayo una herramienta legal que permite perseguir a los luchadores sociales y acusarlos de “terroristas”. ¿Cuál es su opinión respecto a esta norma?
Que es una ley que se aprobó rápidamente y que la ciudadanía no ha tenido participación de la repercusión que pueda tener. Creo que es una ley que tiene consecuencias funestas para la libertad de expresión sobre todo de los estamentos sociales menos favorecidos.
¿Están dialogando sobre esta cuestión con los sectores de la Concertación Nacional que promovieron esta la ley?
En la Concertación Nacional no hemos tenido oportunidad de hablar todos los temas, simplemente estamos tratando los temas que nos unen, que se puedan potenciar: la unidad en los criterios y métodos de selección para las candidaturas, el consenso de un plan de gobierno. Hay muchos temas que no se pueden ir abordando sino que van saliendo sobre el tapete y cuando son necesarios se tratan.
¿Pero es un tema central para la Concertación la criminalización de la lucha campesina?
Para la Concertación no.
¿Y para usted?
Para mí sí, pero no todos formamos parte de la misma mentalidad dentro la Concertación. Allí hay partidos que pertenecen a la oligarquía, partidos de derecha, de centro, hay un partido socialista; pero la Concertación tiene su proceso y muchos temas de la actualidad, sobre todo del parlamento, no entran en la agenda.
Mencionó como un punto central la recuperación de la soberanía hidroeléctrica, usted es uno de los coordinadores la campaña nacional que se ha iniciado bajo esa consigna. ¿Cuáles son sus demandas?
Planteamos dos temas, la soberanía sobre la explotación del Acuífero Guaraní y también sobre la soberanía hidroeléctrica del Paraguay. Esta campaña plantea la renegociación del Tratado de Itaipú y Yacyretá, pero si no se dan las condiciones se va a intentar agotar todos los caminos legales jurídicamente aceptables entre los países que hemos firmado estos acuerdos y si no se consigue se podría ir a otros estamentos judiciales a nivel internacional.
Argentina y Brasil en los años ’70 impusieron cláusulas leoninas en los acuerdos para la construcción de las represas de Itaipú y Yacyretá. ¿Cómo ve las relaciones ambos países?
Tanto Brasil como Argentina tienen deudas históricas con el Paraguay, planteamos entre otros temas la renegociación de los tratados de Itaipú y Yacyretá. Si no se dan las condiciones se intentará agotar todos los caminos legales jurídicamente aceptables entre los países que hemos firmado estos acuerdos y si no se consigue se podría ir a otros estamentos judiciales a nivel internacional. También hay deudas del Paraguay con estos países, especialmente con Argentina, porque desde la década del 40 ha recibido grandes masas de exiliados paraguayos. El año pasado el gobierno argentino regularizó la documentación de 250 mil paraguayos, cosa que ningún otro gobierno ha hecho, y estamos agradecidos, pero buscamos relaciones igualitarias con estos dos países, donde haya equidad social y donde todos podamos ganar.
¿Quién llegaría al gobierno con Fernando Lugo?
Las grandes mayorías con sus inquietudes, sus deseos, sus problemas. Hay un slogan que dice: “Lugo al gobierno pero el pueblo al poder”, el pueblo organizado; pero como decíamos, dentro de la Concertación se debe consensuar y negociar. Es decir, no todo lo que pensamos que se pueda realizar se realizaría sino que tiene que ser el resultado de un consenso entre las diferentes fuerzas políticas del país.
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